
En respuesta a las críticas recibidas, León de la Riva ha sostenido que no se puede declarar que se incluya una tasa municipal en un impuesto estatal, en relación al acuerdo plenario de 1983 al que apelan las asociaciones vecinales para rechazar la nueva tasa, al considerar que la tasa de recogida de basuras quedaba integrada en el IBI (antes conocido como Contribución).
Al respecto, el regidor municipal ha justificado una vez más
la idoneidad de la nueva tasa y ha rechazado que se diga que el Ayuntamiento “sangra
a los vecinos” porque, según sus palabras, Valladolid tiene una presión fiscal
por debajo de la media de las capitales de provincia españolas, incluso con la
nueva tasa.
Así, el alcalde ha recordado que Valladolid ha sido la
última capital española en aplicar la tasa de basuras y ha insistido en que la
ciudad ocupa el puesto 14 en población frente al 37 en el peso porcentual de
los impuestos.
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