Con esta solicitud, IU pretende que se cumpla lo determinado
en la primera reunión de esta Comisión, formada para analizar la cuestión de la
prostitución callejera en Valladolid. Una comisión que deriva de un acuerdo de
Pleno del pasado 11 de diciembre de 2012.
La primera, y hasta ahora única, reunión de la misma tuvo
lugar el pasado 5 de abril. Se emplazó entonces a mantener una nueva reunión
“antes de un mes”, y sin embargo han transcurrido más de dos y continúa sin
noticia alguna de que se vaya a convocar en plazo breve tal acto.
Las propuestas de IU se han planteado a partir de una serie
de reuniones con colectivos de mujeres, vecinales y que trabajan en la atención
socio-sanitaria de personas que ejercen la prostitución para crear un marco de
trabajo en un tema tan complejo.
IU admite que, por falta de competencias, el Ayuntamiento no
puede abordar la cuestión de la prostitución en toda su complejidad, lo que “puede
llevar a analizarlo como un mero problema de orden público o convivencia,
cuando el centro del debate debe ser la dignidad y los derechos de las personas
que ejercen la prostitución”.
“Y también queda fuera de duda que debe procurarse
solucionar los problemas que genera, porque evidentemente no hay que restarles
importancia”, según IU, que propone diez puntos de partida para llevar a la
Comisión:
1. Hay que tener en cuenta la opinión de las personas que
ejercen la prostitución. Ni tomarlas como una mera molestia, ni tomarlas como
meras víctimas. En un primer momento, cuando se inicia un proceso de estas
características es imprescindible darles voz, escucharlas.
2. Es necesario entender la complejidad del problema. Antes
de actuar hay que estudiar la situación existente en Valladolid ya que hay
diversas tipologías de prostitución. Por ejemplo no es lo mismo una mujer
víctima de trata, absolutamente esclavizada, que quien ejerce de manera
voluntaria, entre comillas, aunque sean una minoría. También debe diferenciarse
entre personas que ejercen la prostitución durante largos periodos de tiempo y
las que se dedican a ello circunstancialmente.
3. Mucho cuidado con dar soluciones que solo buscan sacar la
prostitución de calles, carreteras y plazas para que no sean visibles. Porque
donde se pretende solucionar un problema se crea otro: las prostitutas muchas
veces ejercen en peores condiciones de derechos, con un mayor peligro e
inseguridad donde son menos visibles.
4. No habría que olvidar la relación entre la situación de
estas personas y las enormes barreras que se ponen a la población extranjera.
Quien no puede acceder a un trabajo regularizado se ve obligado a confiar en
quienes organizan el trabajo negro, explotado, clandestino e, incluso, el
trabajo sexual.
5. Se realizará un estudio sobre la situación de la
prostitución en Valladolid. De una cuestión aislada no se puede generalizar. La
prostitución callejera en nuestra ciudad está delimitada a un lugar concreto y
cuenta con, aproximadamente, 20 personas. Para este estudio se contará con las
organizaciones sociales que llevan trabajando durante largo periodo de tiempo
este tema y conocen la realidad de estas personas.
6. El Ayuntamiento debe poner a disposición de estas
personas recursos sociales. Un primer paso será que los y las profesionales del
ámbito del trabajo y la educación social municipales establezcan una red de
intervención para, en colaboración con las entidades que trabajan el tema, como
se apunta en el punto anterior, conozcan de primera mano la situación
económica, educativa, familiar y sanitaria de estas personas y así puedan
informarles e integrarles, en su caso, en programas de intervención social.
Entre estas personas, mayoritariamente mujeres, se dan casos
de marginalidad extrema por lo que se deben reforzar sus derechos en materia de
vivienda, alimentación, sanidad y formación. El Protocolo Marco de Protección
de las Víctimas de Trata de Seres Humanos establece que las Administraciones
deben proporcionar información y recursos a las víctimas. En Castilla y León,
estos recursos son prácticamente inexistentes, no se actúa integralmente. De
hecho en la ciudad de Valladolid se deriva a una congregación religiosa, las
Hermanas Oblatas, lo cual es absolutamente insuficiente.
7. En Valladolid hay dos organizaciones que trabajan en este
ámbito y solamente una de ellas recibe una pequeña subvención. Si el equipo de
gobierno tiene como objetivo dar una solución integral al problema, como ha
afirmado Jesús Enríquez, concejal que preside la comisión en varias ocasiones,
tiene que reforzar los recursos de las entidades que trabajan en el día a día
con estas personas. La falta de recursos provoca que los y las profesionales
del sector no puedan llegar a toda la complejidad que acarrea una intervención
social de estas características.
8.E s un mal comienzo que se haya hablado de regular esta
cuestión en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana. Hay derechos de personas por
medio y hay que dar
salidas negociadas basadas
en el respeto
para compartir el espacio
público. Los problemas no desaparecen porque no se vean, no se puede ir siempre
por el mismo camino: ocurre con la mendicidad ¿alguien cree que por multar a
los mendigos como está haciendo el equipo de gobierno ya no existen, ya no hay
personas que sufren una pobreza severa? Evidentemente siguen ahí, pero tienen
que esconderse. La experiencia de ciudades como Barcelona que han perseguido esta
práctica con una ordenanza específica no ha dado los resultados esperados,
aparte de haber dejado en un segundo plano los derechos de las personas que se
prostituyen. Ha de tenerse en cuenta, además, que no es comparable el caso de
ciudades como Barcelona o Madrid con el de Valladolid, donde apenas existe un
foco de prostitución callejera en un punto de la ciudad. A diferentes
problemas, diferentes soluciones.
9. En este caso, creemos que es necesario evaluarlo dentro
de la situación social y urbanística de la zona. Tengamos en cuenta que dicho
foco de prostitución se ubica en la zona del final del paseo de Juan Carlos I y
las rotondas de la carretera de Renedo entre el paseo Juan Carlos I y la ronda.
Como llevan tiempo reclamando las asociaciones vecinales, es una zona en la que
las instituciones no han hecho inversiones suficientes para su desarrollo zona
y para evitar el desequilibrio del Noreste con el resto de la ciudad, para
evitar el empobrecimiento y la marginalización de sus vecinos y vecinas. Por
ello, demandan al ayuntamiento de Valladolid la ubicación en el Plan Parcial
Pilarica-Los Santos de un edificio administrativo que actúe como motor de
desarrollo social, económico y urbanístico de esta zona del barrio de Pilarica.
Por todo ello, IU considera que “a la hora de abordar esta
cuestión como administración pública hay que ser responsables y estudiar la
situación en toda su complejidad para dar con una solución razonable”, de ahí
su compromiso por seguir trabajando con colectivos sociales sobre la base de los
referidos nueve puntos para buscar una solución que concilie los derechos de
las personas que ejercen la prostitución y la vida cotidiana en el barrio.
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