CCOO y UGT han advertido del proceso encubierto de privatización de la sanidad pública que se oculta tras la creación de las Unidades de Gestión Clínica prevista por la Junta de Castilla y León. De hecho, según denuncian, la Unidad de Cardiología del Área de Salud de Valladolid Este acoge con preferencia a los enfermos procedentes de hospitales privados mientras que la lista de espera en la sanidad pública permanece inalterable.
Dicha Unidad de Cardiología es, junto con la Unidad de
Psiquiatría de Zamora, una de las dos experiencias en este sentido que se han
puesto en marcha en la Comunidad Autónoma con carácter previo a la generalización
del modelo, algo que conllevará “resultados negativos” para la sanidad pública,
a juicio de los responsables de Acción Sindical de la Federación de Sanidad de
CCOO, Jaime Redondo y Nicolás Díez.
Ambos han alertado de que los cambios legislativos que
prepara tanto el ministerio de Sanidad como la Junta “propiciarán cambios
esenciales en la atención sanitaria, favoreciendo la creación de unidades de
gestión clínica, a las que llaman “miniempresas, con consejos de administración
encubiertos y con incentivos a los profesionales y reparto de dividendos por
lograr objetivos de ahorro en salud”.
Señalan también que el borrador de la Orden que ha redactado
la consejería de Sanidad por la que se establecen los criterios del complemento
de productividad por la participación en el programa especial de gestión
pública contempla incentivos anuales que oscilan entre los 10.000 euros para el
coordinador y los 800 para el personal de menor cualificación, “incentivos que
tendrán en cuenta el cumplimiento de los objetivos presupuestarios tanto de la
unidad como por cumplimiento individual”.
Desde su punto de vista, “la intención de que cada Servicio
de cada Hospital, y hasta cada Centro de Salud, pueda gestionarse de manera
independiente, al capricho de cada Jefe de Servicio, rompe definitivamente la
equidad del Sistema y deja a la ciudadanía y a los trabajadores y trabajadoras
en situación de total indefensión”.
La Federación de Sanidad de CCOO denuncia que la Junta
pretende “hacer un negocio con el Sistema de Salud” y esta pretensión, apuntan,
“sólo comportará una peor atención sanitaria”.
En términos similares se ha expresado la Federación de
Servicios Públicos de UGT, que ha rechazado el modelo de Gestión Clínica
planteado por la Junta, al considerar que conlleva “consecuencias muy negativas
tanto para la ciudadanía como para las plantillas de los servicios
asistenciales, así como para la propia integridad del sistema sanitario”.
El modelo adoptado por la Consejería de Sanidad, señala, “otorga
a los directores de las Unidades de Gestión un poder absoluto y plena autonomía
en la gestión de los recursos humanos y materiales, rompiendo así la
homogeneidad en la asistencia sanitaria y favoreciendo las desigualdades entre
los ciudadanos ya que, existirán zonas mejor dotadas que otras en función de la
gestión”.
Además, indican, “se incorporan elementos privatizadores que
posibilitan la entrada de la iniciativa privada en la prestación de servicios”,
por lo que entienden que “se van a crear distintos “reinos de taifa” donde cada
gestor establecerá sus criterios”, algo que califican de “inadmisible”.
Al respecto, UGT teme que la futura Gestión Clínica “no sea
más que la descarga y el “desvío” de la responsabilidad de la propia responsabilidad
de la gestión que reside, compete y corresponde a la Junta de Castilla y León”.
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