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Óscar Puente |
El PSOE reacciona así ante las últimas manifestaciones del alcalde de Valladolid en torno a sus intenciones acerca de las ordenanzas fiscales para el próximo año, sobre las que ha afirmado que “si hay subida de impuestos en 2014, no llegará al IPC”.
Desde el Grupo Socialista se recuerda que, a pesar de que la
crisis comenzó a apuntar en 2007, el Ayuntamiento de Valladolid aprobó para
2008, con los únicos votos del equipo de Gobierno del PP, una subida de
impuestos del 2,2%, a la que siguió, al año siguiente, el mayor incremento del
pasado mandato, de un 4,9%, a pesar de que en 2009 la crisis ya estaba
estragando a la población.
Recuerda también el PSOE que el equipo de Gobierno municipal
congeló los impuestos en 2010, pero incrementó las tasas, para volver a
programar otra subida del 1,8% en 2011 y una más del 3% en 2012, a la que se añadió el
incremento del 10% en el Impuesto de Bienes Inmuebles aprobado por el Gobierno
de Rajoy, que se vendió como “transitoria y excepcional” para dos años, y sin
embargo se mantendrá en 2014.
Como colofón, para 2013, según subraya el PSOE, el alcalde
aprobó una nueva congelación de impuestos, “pero compensó el ficticio gesto de
condescendencia con el contribuyente con una nueva subida de tasas y la
implantación de otra tasa inédita, la de basuras, saltándose sin rubor los
históricos acuerdos que habían incluido ese servicio en la antigua contribución
urbana”.
En este sentido, el PSOE del Ayuntamiento insta a De la Riva
a “evitar el tan manido argumento de que cumplen su programa electoral cuando
insisten en incrementar los impuestos en línea con la subida del IPC de agosto,
puesto que su partido demuestra tener pocos escrúpulos en incumplir lo que
dice, extendiendo las subidas del IBI, IRPF e Impuesto de Sociedades a 2014,
cuando prometieron que 2013 sería el último año”.
El PSOE reitera su discrepancia con esta “obsesión por la
voracidad fiscal en un Ayuntamiento cuyo responsable de Hacienda pregona hasta
el aburrimiento lo saneadas que están las cuentas y lo escrupulosamente que se
cumple con los pagos a proveedores”, mientras anuncia “presupuestos modestos,
con escasa o nula inversión y constantes restricciones en los servicios básicos
que se ofrece a los ciudadanos”.
En opinión de los socialistas, las subidas impositivas “se
deben únicamente a la necesidad de devolver a los bancos las sumas millonarias
que se pidieron prestadas para las obras de relumbrón que ayudaron a León de la
Riva a ganar los últimos comicios”.
En su opinión, esta presión fiscal terminará por “matar a la
gallina de los huevos de oro”, ahondando en la pérdida de población que sufre
Valladolid y animando al éxodo a los contribuyentes, a quienes cada vez se
exige más y se da menos.
Los socialistas insisten, asimismo, en que se estudien
sistemas que permitan la progresividad fiscal a la hora de aplicar los tributos
municipales, en la línea en que se propuso durante el último pleno municipal a
través de una moción, rechazada por el Partido Popular, que propugnaba “que
paguen más quienes más tienen y se suavice la presión impositiva a los
vallisoletanos menos prósperos”.
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