El manifiesto, que se enmarca dentro del proyecto
“No-vatadas: comprender para actuar”, expresa la preocupación del citado
Consejo respecto de “unos hechos inaceptables como son las novatadas”.
“Somos conscientes de que es un problema para cuya
erradicación es imprescindible la colaboración tanto de los padres como de las
diversas instituciones educativas, jurídicas y políticas concernidas”, apunta
el manifiesto.
En este sentido, “ante un problema de esta gravedad”, los
directores de los Colegios Mayores coinciden en manifestar:
1. Los colegiales de un Mayor han de distinguirse por su
esfuerzo, madurez, inquietud cultural, altruismo y comportamiento solidario.
Pero nunca por mofarse, humillar, insultar y maltratar a otros, atentar contra
la dignidad e integridad de los más débiles y, además, reírse y disfrutar con
ello. Tampoco por consentir que esto ocurra a su alrededor.
2. Las novatadas se distinguen por dos rasgos típicos que
las caracterizan:
a. El doblegamiento de la voluntad a través de la coacción
psicológica o física que impide el ejercicio de la libertad.
b. El establecimiento interesado de una jerarquía entre
quienes las imponen y quienes las sufren, que rompe el principio de igualdad y
que condiciona la vida colegial durante toda su duración.
3. Las novatadas se enmarcan en un contexto de silencio y
clandestinidad. Existe una ley del silencio entre los colegiales sobre ellas.
Apenas hay denuncias, porque hay miedo por parte de los que las sufren a ser
excluidos y marginados.
4. Manifestamos nuestro rechazo a los dos argumentos más
comunes con que los colegiales intentan legitimar las novatadas:
a. “Son bromas inocentes indispensables para la integración
de los novatos”. Esta afirmación es inadmisible, ya que soportarlas no puede
ser condición para ser aceptado. La integración de los nuevos puede y debe
darse sin necesidad de este tipo de actos que no pocas veces humillan a la
persona.
b. “Son tradiciones imprescindibles para preservar y transmitir
el espíritu colegial”. Es falso. Son, más bien, rituales de iniciación en los
que se transmite a los nuevos colegiales muchas veces lo peor de ese “espíritu”
colegial. La supresión de las novatadas mejoraría la calidad de las relaciones
humanas entre los colegiales. Sin hablar de la pérdida de tiempo que implican.
5. El alcohol, demasiado presente entre los jóvenes,
potencia este tipo de comportamientos a veces brutales y crueles. Las novatadas
se desarrollan en muchos casos en el marco de los “botellones”, que suceden
fuera de nuestros Colegios Mayores. Ante esta realidad que nos supera,
necesitamos la colaboración de otras instancias ciudadanas.
Por todo ello, se comprometen a:
·Preservar el ejercicio de la libertad y el principio de igualdad
de todos nuestros colegiales, rechazando de plano todo tipo de novatadas,
incluidas las aparentemente más inofensivas y adoptando las medidas más
oportunas y eficaces, sin distinguir si se realizan dentro o fuera de los
recintos de los Colegios Mayores.
·Colaborar con otras instituciones de educación superior,
padres, Universidades, Administración Pública y entidades privadas en la puesta
en marcha de iniciativas que prevengan este tipo de actitudes y comportamientos
entre los jóvenes universitarios.
·Defender y proteger adecuadamente a las víctimas de las
novatadas, poniendo a su disposición los instrumentos necesarios para su
atención a todos los niveles que sean requeridos.
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